Hay fotografías, que mucho antes de tomarlas, permanecen largo tiempo en tu cabeza. En algunos casos, te torturan hasta que eres capaz de plasmarlas tal y como las habías imaginado.
En otros casos, te olvidas de ellas. Simplemente no encuentras el lugar o el momento adecuado. Desaparecen de tu cabeza... aunque yo creo que, son miradas que siempre permanecen en el subconsciente...
Que pena que no haya unas nubecillas!
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